miércoles, 30 de junio de 2010

Entreletras (I)

¡Nueva sección de citas literarias! Por fin algo más de actividad en el blog. Si es que no es que no tenga nada que comentar, es que me cuesta ponerme a escribir y pulir una entrada...

Empezamos con una de mi querido Jardiel Poncela, llena de humor, como de costumbre.


—Y estando acabando la sesión, y siendo yo secretario, se me rogó el mes pasado que...
El presidente le interrumpió:
—¿Qué pone en el acta? ¿Se me rogó o me se rogó?
Se me rogó.
—Pues se dice me se.
—Se dice se me
El presidente le miró de un modo torvo y pegando con el bote en el borde del tonel, aulló:
—Se dice me se, bestia.
Una pausa. El presidente continuó:
—Cuando ibas al café a comer, ¿qué pedías, entremeses o entresemes?
—Entremeses —contestó el secretario anonadado.
—¡Pues entonces! Y, hablando de julio, agosto y septiembre, ¿cómo se dice, los meses de verano o los semes de verano?
—Los meses —replicó el otro sin aliento.
—¿Y aún te atreves a porfiar que se dice se me? ¿Sabes lo que manda el Reglamento que se haga con el discute las palabras de la presidencia? 

Espérame en Siberia, vida mía de Enrique Jardiel Poncela

martes, 29 de junio de 2010

Alas, una decepción de cuento de hadas

Ahora que ya estamos saturados de tanto vampiro, otros seres mitológicos van tomando el relevo, pero me temo que no con la misma relevancia de los primeros. Alas no es el primer libro que nos ha llegado de hadas, pero de los que he leído (Encanto Fatal, La novena noche o Trece tesoros) es el que me ha resultado más decepcionante.



El planteamiento es bastante similar a los anteriores: una chica que en realidad es un hada. Pero es el desarrollo lo que no acaba de calar hondo, el libro se queda sólo en la superficie, sin profundizar, ni llegar a la épica de lo que podría haber sido. Quizás si lo hubiera leído con 9 años me hubiera acabado gustando, pero a mis 20 tacos me supo a muy poquito. Y es que cuando de un libro hasta las escenas más "épicas" te acaban dando igual porque adolecen de una previsibilidad absoluta, nada bueno puedes esperar.

Además, el libro hace oídos sordos a casi toda la mitología feérica anterior y prefiere fundamentar su mitología en pseudo-ciencia con errores de base (¿quién dice que las plantas no respiran además de hacer la fotosíntesis? Señores, ¡que es de 3º de ESO!)

El estilo de escritura es sencillo, lo que a priori no sería malo, claro que como la historia y el hilo argumental también lo son, carentes totalmente de misterio e intriga, la novela no atrapa ni por un lado ni por otro. Y peor impresión da cuando se lee después de un ejemplo de buena literatura de entretenimiento como es una novela de Dumas padre.

¿Lo recomiendo? En un principio, no. Pero si se lo quieres regalar a tu sobrinita pequeña (esa, a la que le gusta tanto leer) adelante. No tiene dibujitos, pero tanto la trama como el modo de escribir de la autora están más cerca de la sección infantil que juvenil.

PD: que conste que las hadas me gustan mucho más que los vampiros y licántropos, pero es que para mí, este libro no da la talla. Recuerdo un cuentecillo que leí hace muchos años en el que salía la corte de las hadas que le pegaba mil patadas a esta novela, porque conseguía envolverte en ese mundillo, en lo que Alas fracasa a mi parecer estrepitosamente.
Y sí, puede que le pida demasiado a un libro juvenil, pero creo que es lo mínimo. Harry Potter me malaconstumbró mucho.

PD2: Estoy cansada de que publiciten los libros con comentarios de S. Meyer. Lo hicieron con La princesa que hablaba con el viento y Cazadores de Sombras también -.-. ¡No me lo voy a comprar sólo porque a Meyer le guste, intenten vendérmelo con un buen argumento al dorso y una buena portada y seguro que pico.